¡Fruta fresca en tu hogar! Te ayudamos a cuidar tus frutales

¿Eres amante de la fruta fresca? Si es así seguro que ya tienes o has tenido la idea de añadir un árbol frutal a tu hogar. La idea de poder tener tus propios frutales es tentadora, eso de salir a tu terraza o jardín y poder cosechar tus propios limones, naranjas o higos es un sueño, sobretodo para los que vivimos en ciudad. Pues es posible, siempre y cuando estes informado sobre como elegir el que más se adapta a tu entorno y cuáles son sus cuidados básicos. te contamos más a continuación.

¿Qué árbol frutal me conviene más?

Dependiendo del clima y las condiciones de tu zona será mejor elegir un tipo de frutal u otro. Algunos árboles frutales son más resistentes a enfermedades y plagas, mientras que otros requieren más cuidados y atención.

Los cítricos como el limonero, naranjo o kumquat se adaptan perfectamente a los climas mediterráneos. 

El granado es ideal para cultivarse en zonas mediterráneas con inviernos suaves y veranos calurosos y secos. Por lo tanto, es adecuado para el cultivo en zonas del sur de España.

Si vives en una zona con veranos calurosos y secos, y temperaturas más suaves en invierno, el Olivo será la elección ideal. 

Contamos con una amplia variedad de árboles frutales y plantas con fruto que le darán vida a tu jardín o terraza.

Si vas a ubicar tu frutal en una zona más húmeda y fria propia de zonas del norte de españa, frutales como el manzano, peral o cerezo crecerán bien, plantas con fruto como la grosella o la frambuesa serán también una gran elección.

 

¿Cómo regar un árbol frutal?

Los árboles frutales necesitan un riego regular, especialmente durante los períodos de sequía y sobretodo durante la producción de fruto. Es importante no regar en exceso, ya que esto puede causar daños en las raíces.

Es importante proporcionar un riego profundo para asegurarte de que el agua alcance las raíces del árbol. Un riego superficial puede hacer que las raíces se mantengan cerca de la superficie, lo que las hace más vulnerables a la sequía.

Observa la humedad del suelo antes de decidir regar nuevamente. Inserta tu dedo o una herramienta de jardín en el suelo hasta una profundidad de unos 10-15 centímetros. Si el suelo se siente seco en esta profundidad, es un indicador de que es necesario regar.

¿Cómo debo podar mi frutal?

Las podas regulares son importantes para mantener la forma y la salud del árbol frutal. La poda puede ayudar a eliminar ramas muertas o enfermas, y también puede ayudar a controlar el tamaño del árbol.

Para la poda necesitarás una podadora de calidad, tijeras de podar. Asegúrate de que todas estén limpias y afiladas para hacer cortes limpios y precisos. 

Comienza por eliminar todas las ramas muertas, enfermas o dañadas. Estas ramas no son beneficiosas para el árbol y pueden atraer plagas o enfermedades. Corta cerca del tronco o de la rama principal.

El mejor momento para la poda de los árboles frutales se realiza generalmente durante su período de latencia, cuando están inactivos y no están creciendo activamente. En la mayoría de las regiones, el mejor momento para podar es a finales del invierno o principios de la primavera, antes de que aparezcan los nuevos brotes.

Despeja el centro del árbol, el objetivo es permitir que la luz y el aire lleguen al centro del árbol. Busca ramas que se crucen o que estén muy cerca unas de otras y selecciona la más fuerte y saludable para mantener. Elimina las ramas que crezcan hacia adentro o hacia abajo, ya que pueden obstaculizar el crecimiento y la circulación de aire.

Cuidado con la poda excesiva, recuerda que no debes exagerar con la poda. Un exceso de poda puede debilitar el árbol y reducir su capacidad para producir fruta. Mantén un equilibrio entre la eliminación de ramas no deseadas y la conservación de las que son necesarias para una buena producción.

¿Cómo abonar tu árbol frutal?

Los árboles frutales necesitan nutrientes para crecer y producir frutos. Es importante fertilizarlos regularmente con un fertilizante orgánico adecuado para tu tipo de árbol. Para ello debes comprender las necesidades nutricionales específicas de tu árbol frutal y utiliza abonos orgánicos como compost, estiércol bien descompuesto o humus de lombriz.

Esparce el abono alrededor del árbol, evitando el contacto directo con el tronco. siguiendo siempre las recomendaciones de aplicación de cada abono y evitando sobrepasar las dosis recomendadas.

Establece un programa de abonado regular, adaptado a las necesidades de tu árbol y la estación del año.

Los árboles frutales son propensos a sufrir de plagas y enfermedades. Es importante identificar y tratar cualquier problema rápidamente para evitar daños graves en el árbol y sus frutos. 

Esperamos que esta información te resulte útil para llevar tu cosecha de frutas caseras al siguiente nivel. 

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